Ramón Ramonet Riu

ZIMBABWE: IMAGEN DE UN ROSTRO HUMANO

EN FOTO AÉREA  (EL ARCA / TAMBOR)

           COLECCIÓN: "REVISION CULTURAL" (Desde / Since 1978)        COMMERTIAL NON-PROFIT

INTRODUCCIÓN

En estas páginas informaré del conjunto arqueológico llamado Acrópolis del Gran Zimbabwe, donde en una foto aérea, de procedencia Gertser/Hamann, se advierte una imagen de rostro humano. Es una forma inequívoca de cara humana, configurada por todas las piedras de aquella elevada acrópolis, de la cual dicha imagen ocupa su mayor parte de terreno. Creo que debió de ser intencionada la idea de dar a lo alto de aquella colina la forma de una cabeza de nativo africano vista en perspectiva vertical. La voluntad creativa está subyacente siempre en todo, tanto allí como en el arte rupestre del periodo Paleolítico, aunque el simbolismo de Gran Zimbabwe no sea parecido al que conocemos.

Mi investigación, contribuirá a esclarecer el misterio que, unánimemente, los expertos arqueólogos (ya superados los largos años de agrios debates), reconocen en el dicho emplazamiento. En estas páginas, yo aún incrementaré en gran medida el misterio, y será paradójicamente, por resolver una de sus partes con buenos argumentos. Tanto un núcleo, como otro que conforman el poblado africano de Gran Zimbabwe, ambas plantas tiene sendos contornos amurallados en forma de un rostro humano,... y yo fui el primero en sorprenderme. Dicho diseño, lo pude distinguir cuando ladeé mi cabeza para mirar una olvidada foto aérea. En efecto, la forma de rostro del gran pedregal que caracteriza la parte más sagrada de la famosa Gran Zimbabwe (llamada allí también Acrópolis, como en Atenas), se distingue mejor al verticalizar la foto. Se trata de un montículo empinado, con una superficie de 0,65 km2.

Las actuales ruinas de Gran Zimbabwe están a una altitud de 1.000 metros sobre el nivel del mar. Fue declarado monumento nacional, e inscrito al patrimoino mundial de la UNESCO. Se encuentra en el amplio valle del río Mapudzi, un afluente del río Sabi, cerca de la presa de Kyle, que entra en el Océano Índico, al sur de Sofala, siendo la parte sur de Rhodesia, la antigua colonia británica. Es un área geográfica que actúa como un "colchón" entre la población blanca del sur y los , del norte. Por tal motivo también fue la última colonia africana en independizarse del "Gran León Británico" en octubre de 1965, por iniciativa de Ian Smith, aunque luego pasaron décadas sin que ningún país reconociese aquel nuevo Estado. Por fin, fue independiente el día 18 abril 1980, y por su gran importancia arqueológica, Zimbabwe dio nombre a toda la parte sur de Rhodesia, que tiene su frontera con la del norte de Sudáfrica.

Gran Zimbabwe, es su capital, y la más importante ciudad en ruinas, de las 8.000 que existen entre los ríos Zambesi y Orang. Es una muy interesantísima zona geológica, ubicada 400 km. lejos del puerto más cercano del Océano Índico, exactamente el de la ciudad mozambiqueña llamada Sofala, donde los de Zimbabwe contactan, vía marítima, con el resto del mundo.

El cronista árabe Masudi, que visitó aquel remoto país en el siglo X, informó de la importancia del tráfico de oro en la zona de Sofala que, por su intenso comercio, metafóricamente, debió ser como una plataforma giratoria. No solo metales, sino marfil era allí cambiado por productos de lejanos países, como India y hasta China, pues en Gran Zimbabwe se desenterraron obras de cerámica Ming (1368-1644). En el futuro hay que esperar descubrimientos maravillosos en Zimbabwe, incluso mucho mayores que su sorprendente mar de lava... ¡que ya es decir!.

FOTOS: EL POBLADO, Y LA ACROPOLIS DE LA COLINA AMURALLADOS

Hoy tan misteriosas enormes estructuras en ruinas evidencian la existencia de una pretérita cultura autóctona muy próspera en el corazón de África austral. El lenguaje zimbabuense (bantú) en la actualidad es la lengua mayoritaria en todo el país, y proviene del Shona, por lo que la palabra Zimbabwe, traducida, significa entre otras cosas "casas de piedra", y en efecto así es, a pesar de que el saqueo continua allí inevitablemente. Es una zona de interés mundial, y lo confirma el camping de "Fort Vic", y el embalse artificial de Kyle, aparte de un hotel, porque los sudafricanos son los que más acuden a conocerla.

En Gran Zimbabwe, los que la visitan (pagando más de cinco euros) dan crédito a que, por sus muchas peculiaridades, se merece ser cualificada de "excepcional valor universal". Impresiona incluso la medida de sus "ladrillos", y más aún la altura de su recinto amurallado, hasta el punto que varias opiniones la pretenden asociar a unos colonizadores alienígenas. Lo apoya la traducción que hizo el profesor ruso Zecharia Sitchin de las tablillas sumerias en sus libros donde revela el interés de los Annunaki por aquella zona hasta el punto de crear humanos para trabajar en las minas del oro que deseaban.

En este punto debo referirme a las antiguas leyendas de Zimbabwe, recogidas por el chamán Credo Vusamazulu Mutwa, las cuales nos informan de que: el "Pueblo Inicial" creó artificialmente esclavos humanos a fin de que explotasen sus minas de oro. Éstos, -sigue diciendo- se pelearon con los "hombres-mono" coincidiendo de que en el cielo apareció una muy luminosa estrella. (...Y a mi me gustaría saber ¿de cuantas puntas?).

La estructura más grande de las dos que la conforman, la del llano es la más conocida y absolutamente espectacular. Se trata de un espacio amurallado de forma elíptica (llamado Templo, o Gran Recinto), y es el punto focal del complejo, que a pesar de su importancia, a nivel mundial sigue siendo muy poco conocido. Por los diferentes métodos empleados se distinguen en sus muros cinco etapas de construcción. Aunque no se descubra sin ayuda, había un pozo para recoger la lluvia (cuando cayese), y también un espacio reservado donde reunir la basura.

FOTOS: LA "ACRÓPOLIS", DESDE DIVERSAS PERSPETIVAS

la otra parte, llamada Acrópolis, en la parte superior de la colina, a 550 m. (600 yardas) al norte, fue construida junto a un laberíntico e impresionante pedregal que parece imposible que pueda tener utilidad. La Acrópolis ante la puerta antiguamente tenía un foso para dar mayor seguridad a su única entrada. Aquel maltrecho yacimiento arqueológico, de privilegiada situación estratégica y con una gran vista panorámica, fue el santuario-templo de la antigua capital. Se reúnen en poco espacio inmensas rocas graníticas, capaces aún de mantener oculto su espiritual secreto. Desde que lo investigué por ser tan insólito, fui resolviendo las dudas que me surgían y que por fin divulgaré, por haber superado los prejuicios raciales esgrimidos por parte de los exploradores europeos de otros tiempos.

Incluso "Las Diez Plagas de Egipto" han podido ser casi todas ellas relacionadas encadenas por los investigadores científicos; y es que todo puede ser explicado cuando nos cuestionamos los hechos. La colina de la Acrópolis se apareció a mis ojos intencionadamente diseñada por unos sabios religiosos judíos, colaborando con los indígenas negros llamados Shona, que en el siglo XIX ya eran considerados una civilización perdida. El pueblo judío no se sentía identificado por un territorio o patria; su país podía ser cualquier lugar donde se sintiesen viviendo en presencia de su dios Yahvé. Aquella colina debió parecerles ideal para servir de santuario, y más si la protegían con un muro adecuado.

FOTOS: LA  FORMA DE ROSTRO SE ORESENTA EN EL CENTRO (ARRIBA)

UN YACIMIENTO MUY ESTUDIADO, PERO MAL COMPRENDIDO

Desde la prehistoria la función ritual para expresar las demandas tribales, trascendía el ámbito religioso. Los símbolos que utilizaron nuestros ancestros (también a los de Zimbabwe), no agotan el significado que en realidad tuvieron. Sus ideas y recursos superaban lo convenido por los arqueólogos, porque opinan según lo descubierto. Es lógico que así trabajen, pero lo es más aún que a mi me sea permitido tratar de complementar su criterio. A pesar de ello, tampoco mi idea podrá ser objetiva, porque ninguna persona viva estaba allí.

En todas partes existieron más perspectivas de las hasta ahora concedidas a las tribus estudiadas. De nuevo me interesa el simbólico valor que se daba al rostro humano, por haberle captado su verdadera capacidad de fascinación y de comunicación social. Los primitivos no lo ignoraron, pero nuestros doctos arqueólogos sí; y más cuando ya está muy bien demostrado el culto al cráneo en todas partes del mundo antiguo.

Cada uno de las dos principales enclaves de Gran Zimbabwe, separados solamente unos cientos de metros, tienen raras construcciones de piedra granítica que, generación tras generación, hacen las delicias de los arqueólogos sin que éstos se pongan de acuerdo para encontrar una explicación a los laberínticos pasillos existentes entre sus apretadas construcciones. Cada yacimiento ha sido muchas veces excavado pero, por falta de perspectiva, ha sido mal presentado. La actual hiper-especialización es capaz incluso de dejar de ver al ser humano global (visión holística), por lo que, en concreto ante el dicho yacimiento, resulta que se pierde la comprensión de su unidad, y con ello información importante de la sagrada veneración que allí los antiguos religiosos supieron canalizar. Veneraban la relación palpitante de la Madre-Tierra y los imprescindibles recursos que actualmente todavía nos proporciona.

Su idea yo la elevaré a una mucho mayor altura, por lo cual aquí me atrevo a predecir que, con el paso del tiempo, Gran Zimbabwe puede convertirse en un verdadero "puente" para abrir nuestras mentes a una idea superior la cual nos capacitará para entender la simplicidad del alma humana en relación con la divinidad de turno, porque me remito a la fascinación por los perfiles de rostro de la sugerente Madre-Tierra. Por ello algo puedo añadir. Hay gente que se admiran del mundo en que viven; otros indolentes solamente lo observan, y otros se diría que pretenden arrasarlo. Por suerte ya ha empezado la sensibilización de muchas personas poderosas que convencerán de la necesidad de vivir (todos los que no están "enfermos") siguiendo un orden fundamental. Los ciclos de la Historia, nos informan de que ya toca a su fin el esquema social basado en el egoísmo de los poderosos, que viven temerosos de la desesperación de los más débiles. Hasta ahora, han trabajado para salvar "su cara". Pero volvamos ya al mejor yacimiento del África profunda.

Configurar una forma de rostro humano en la parte más elevada de una colina, tal como se presenta en Gran Zimbabwe (y también en la montaña Montserrat, en Cataluña-NE. de España, de forma natural), es un impulso eterno del alma humana. Allí desarrollaron una capacidad muy poco diferente de la que, desde que somos niños, nos capacita para dibujar una forma de rostro sobre el papel. El paso que dieron en Gran Zimbabwe, fue dibujar una forma de Rostro, en relieve, porque (como en el arte rupestre de la prehistoria), aprovecharon las formas abultadas que tienen las rocas del sector. Los Shona de Gran Zimbabwe, inspiradamente se dejaron cautivar por la propuesta de crear una escultórica "geografía" emocional. Una vez estuvo realizada, como premio, disfrutaron de una consciente percepción "aérea", sin necesidad de elevarse en helicóptero.

LA ZONA DEL ROSTRO EN FOTO AÉREA

La imagen de rostro en visión aérea del Gran Zimbabwe (cuyo misterio a mi me recuerda a Machu Picchu, en Perú, aunque sea distinto), presenta su única entrada en la parte S.E., justo en mitad de lo que sería la frente de su calva cabeza. Dicha curvatura se consiguió mediante un lienzo de muralla hecha con enormes "ladrillos" de granito,... cuando en aquellas alturas no era necesaria para defenderse, ni para protegerse de las desbandadas de manadas de grandes animales asustados. Dicha muralla curva se hizo para configurar la parte delantera del cráneo de una cabeza de varón africano, para lo cual dispusieron de 15.000 toneladas de rocas que, adecuadamente apiladas, escaparon a todo entendimiento.

FOTOS: OTRAS SUGESTIVAS ROCAS DE LA CIMA, LES DIERON LA IDEA

En la Acrópolis no se descubrió antes la dicha forma de rostro porque tampoco nunca antes los arqueólogos lo habían buscaron allí. Yo en cambio puedo descubrir otras varias. Buscar, es un ejercicio intelectual, por lo cual siempre ha sido mi pasatiempo favorito, y me sorprendo a mi mismo porque tengo más éxito de lo esperado. La palabra buscar, significa más que mirar, y es superior al hecho de ver alguna cosa. Creo que buscar es innato de una mente humana bien construida, así como también es lo más humanizado que una determinada geografía (insisto en llamarla emocional) puede inspirarnos. Es la idea que nos hacemos previamente, la que nos permite realizar nuestros proyectos.

El aprecio exagerado por los lugares altos no era solamente debido a la estrategia militar. Se creía entonces que los fieles en las alturas se acercaban más a la divinidad, y el mejor ejemplo lo vemos en Moisés al subir al Monte Sinaí; sin olvidarme de Meteora (Grecia), donde abundan los monasterios aéreos ("meteoros" de Tesalia).

El REDESCUBRIMIENTO DE GRAN ZIMBABWE

De Zimbabwe se tuvo la primera noticia por el navegante portugués Joao de Barros, quien la presentó como: "una fortaleza (Symbaoe) en el centro de la región minera". Después el interés por dicho lugar no ha dejado de crecer, en especial por sus construcciones de duro granito, cuyas paredes llevan por lo menos unos 800 años unidas sin mortero. Tienen tan gran consistencia por haberse cortado y colocado con inusitada perfección, así como por haber empleado una técnica que no tiene precedente en parte alguna del África meridional. Las ruinas de Gran Zimbabwe son la más grandes estructuras urbanas al sur del Sahara, pero a pesar de todo fue olvidada hasta ser redescubierta en el siglo XIX. Las primeras noticias sobre la existencia del Gran Zimbabwe llegaron a Europa a través de los comerciantes portugueses del siglo XVI.

Transcribo a continuación, parte del relato que hizo el militar portugués Vicente Pagado, acerca del poblado que en el siglo XV -su época de máximo esplendor- tenía 18.000 habitantes, y cuyas ruinas cubren más de siete kilómetros cuadrados de extensión: "Entre las minas de oro de las planicies del interior, entre los ríos Limpoco y Zambeze, hay una fortaleza construida a base de piedras de un enorme tamaño, y parece no haber argamasa uniéndolas. Este edificio está casi rodeado por colinas, sobre las que hay otros parecidos, con el mismo tipo de piedra y sin argamasa, y uno de ellos es una torre de más de doce metros de altura. Los nativos del país llaman a estos edificios Zimbabwe, lo que en su idioma significa "palacio" (contracción de las palabras "dzimba dza mabwe"). Le faltó añadir que, en la explotación de minas, como las muy famosas de Matabeleland, trabajaron mujeres,... ¡ incluidas las niñas!.

FOTOS: MAPAS DE LA ZONA EN ESTUDIO DEL SUR DE RODESIA  (AFRICA)

Por las excavaciones allí realizadas se sabe que fue construida por una civilización nativa que alcanzó su apogeo mucho antes de la llegada de los musulmanes y de los europeos. Los desconocidos constructores del siglo XII fueron antepasados del pueblo Lemba. Su rey, que tenía mujeres guerreras, los gobernó desde una ciudad cubierta con láminas de oro, llamada Symbãoe (o Zimbãoche, que significaba "tribunal" en su lengua). Se hacía llamar "Señor de las minas", (a quien los árabes conocieron como "Monomatapa"), suponiéndose que los Lemba habrían sido los constructores de unas nuevas murallas en el siglo XV.

Los portugueses cuando por fin en 1871, acompañados por el traficante de marfil Mauch George Philips, se atrevieron a penetrar hacia el interior de Zimbabwe, aún debieron arrodillarse en presencia de uno de los reyes descendientes del "Señor de las Minas", tal como habían hecho antes los árabes a quienes comercialmente sustituyeron. Tiempo después, como única manera de frustrar la codicia de los europeos, los africanos abandonaron la zona para trasladarse más hacia el norte, porque ya les pareció una zona demasiado concurrida. No obstante, antes sellaron sus minas y borraron los caminos que llevaban hasta ellas. Por otra parte, parece ser que, a causa de largas guerras tribales, la capital Gran Zimbabwe habría sido abandonada cientos años antes de ser descubierta.

INTROMISIÓN DE LOS JUDÍOS EN ZIMBABWE

Los forjadores del reino Monomotapa, del actual Zimbabwe, fueron los Shona, una civilització perdida, cuyos descendientes serían las tribus que hoy sigue ocupando el territorio ubicado dentro de las actuales fronteras de Zimbabwe, Zambia y Mozambique. Los Monomotapa, se habían impuesto sobre el reino de Mapungubwe, en auge entre los siglos XI y XIII d.C.. Por otra parte, estaban los Lemba, que tenían conexiones con los Shona, y compartían sus ideas, como por ejemplo: la forma de sus enterramientos, sus tradiciones, y sobre todo un antiguo dialecto del Kananga.

Los colaboradores Shona desaparecieron, pero incluso los Lemba siempre supieron que tenían en común con los de Israelitas, las prohibiciones, los rituales religiosos, sus reglas de convivencia, sus símbolos sagrados, arte, joyas, herramientas, etc. Por tal motivo se puede entrever que fueron realmente los iniciales judíos planificadores de Gran Zimbabwe, y que la sorprendente forma de Rostro: fue intencionadamente diseñada por sus sacerdotes, empezando por la muralla de la llamada Acrópolis. Ellos, para realizar una obra tan genuina, es obvio que necesitaron la colaboración de los nativos.

Los Lemba, se unieron a los Shona para ayudarles en la construcción de Gran Zimbabwe, la ciudad de piedra más antigua del África subsahariana. O sea, que tres etnias diferentes habrían colaborando. Judíos, los Shona y los Lemba, puesto que todos ellos habitaban el reino Monomotapa, del cual la Gran Zimbabwe fue su capital entre los siglos XV y XVII. Durante el rinado del poderoso Mwene Mutapa, alias Motuta, alli vivieron al entorno del gran recindo entre 15.000 y 20.000 personas, que en total formaron un conjunto de varios cientos de poblados, algunos mucho menos fortificados. Por entonces desde la Acrópolis del Gran Zimbabwe, se dominaba los países de su actual entorno, que, en total, superarían mucho el millón de personas.

Posteriormente, los Khami modificaron aquellas murallas. Era una etnia minoritaria gobernada por un rey llamado Roswi, que habitaron la zona en el siglo XV. Ellos fueron los escultores de numerosos imágenes de pájaros que decoran las últimas murallas de el Templo de la Acrópolis. Debido a dicha peculiaridad decorativa, se incluyó uno de ellos en la bandera oficial del nuevo estado de Zimbabwe. Aunque trataron de seguir el modelo ancestral de convivencia, parece ser que no lo consiguieron.

FOTOS: ESQUEMAS DE LOS POBLADOS DE  GRAN ZIMBABWE, Y SU SITUACIÓN


LOS POBLADOS PALESTINOS DE LA ANTIGÜEDAD

Los típicos poblados palestinos de la prehistoria parecen tener una forma de cabeza parecida la que presento en la Acrópolis del Gran Zimbabwe. De los recintos amurallados palestinos sabemos que Jericó, la más antigua ciudad citada en la Biblia, lo tenía ya hacia el año 5.000 a.C.. Los típicos poblados posteriores continuaron teniendo su perímetro como si buscasen hacer un óvalo con sus murallas. Simbólicamente, es muy probable que reprodujesen una forma de cara humana. Además, en Gran Zimbabwe hay una torre cónica dentro del Gran Recinto, de forma casi ovalada, que se asemeja a un edificio de la ciudad de Marib (Yemen).

La idea de configurar figuras para admirarlas en perspectiva aérea, ya la experimentaron los habitantes de Nazca (Perú). Asimismo, existen en el mundo muchas formas de rostros humanos enormes, como por ejemplo, la increíble escultura de indio piel roja Caballo Loco, y en el mismo país, los de cuatro presidentes de Estados Unidos de América, esculpidos en el Mt. Rushmore (Black Hills-Dakota del Sur), donde trataron de emular las esculturas de los dioses y faraones egipcios que fueron esculpidos en Abu Simbel, junto el río Nilo ¿Les negaremos a los judíos del África meridional tener una semejante iniciativa? La santa Biblia creo que puede esclarecerlo bastante.

Cuando varias circunstancias fruto de mi esfuerzo intelectual, me avisan de que algo debe ser de una manera determinada, por doquier surgen las pruebas que antes no se consideraron. Es como cuando me siento enfermo, o de cuando tengo hambre. En ambos casos mis ojos no pueden ver nada, pero raramente me equivoco. El diseño del Arca de la Alianza (de la cual el "Primer Templo de Salomón" sería un símbolo en si mismo), respetó la constante tradicional; o sea, tendría aspecto de baúl. Me refiero a que el Templo de Salomón, pudo parecerse a un armario, porque su forma de "contenedor sagrado" habría sido copiada del Arca venerada por Moisés. Desde el reinado de Salomón se guardó (invisible, excepto para el sumo sacerdote), en su más profundo interior, también de la misma forma (sancta-sanctorum), que copiaron de los templos del Antiguo Egipto. El científico británico Isaac Newton, que tanto la estudió, debió conluir eso mismo.

La teoría de origen semítico había sido impulsado por Henry Rider Haggard's (1856-1925) en su novela de aventuras: "Las minas del rey Salomón", publicada en 1895. En numerosas ocasiones en la Biblia se compara a Yahvé con una fortaleza. Se lee:"Dios es mi roca y mi salvación, mi ciudadela". Efectivamente, en el libro de los Salmos (61 y 62) se da mucha importancia a que: "gracias a la inaccesibilidad, puede hallarse sosiego". Con ese criterio, el Templo de Salomón se construyó en la parte alta de la llamada Ciudad de David". La tumba de este rey todavía se encuentra en una cota más elevada, y desde la Primera Cruzada (1099), era llamada por los franceses (franys): Notre-Dame-du-Mont-Zion, o sea, "Iglesia de Nuestra Señora del Monte Sión.

FOTOS:  LA DOCENA DE IGLESIAS DE LALIBELA, UNA GUARDA AUN EL ARCA

La forma de la muralla exterior del Acrópolis de Gran Zimbabwe pudo haber sido inspirada -como en Palestina- para tener forma de cabeza humana, porque, como sucede con un tambor, por su sonido, igualmente podía ser tenido como digno contenedor de la divinidad. Simbolizaría el funcionamiento interno del Lugar Santísimo, también llamado "Trono de Dios", y eso es lo más reconocido en una cabeza humana.

Recuérdese que me refiero a unos tiempos cuando aún existía la fusión del gobierno con la religión (la iglesia y el templo, etc.), que mucho después se separaron. Ciñéndome a la Acrópolis de Zimbabwe, es obvio que la muralla, siguió el modelo tradicional. Aquella inspirada colina no sirvió de castillo, sino que cumplía específicamente funciones de santuario. Como máximo podía servir para otear la llanura para ver venir los peligros. Si eran tribus enemigas, obviamente serviría de refugio, pero sería una eventualidad. En definitiva, en la Acrópolis hay buenas razones para pensar que en aquella colina no se podría vivir.

¿EL ORO DE LAS MINAS DEL REY SALOMÓN?

La población llamada Sofala en la antigüedad se cree que debió de ser la legendaria ciudad de Ofir, de donde el sabio rey judío Salomón obtenía grandes cantidades de oro que, durante décadas, les llegaba después de realizar muy duraderos viajes por vía marítima. Efectivamente Gran Zimbabwe tuvo un pasado de sobresaliente actividad minera, y posiblemente aún dará sorpresas en tiempos venideros. Sin duda alguna de aquella zona se extrajo mucho cobre y oro, tanto, que se ha venido sospechando que abasteció los reinos de Saba y de Jerusalén ¿Se trata de la mítica Ofir?,... ¿O quizá sería el no menos enigmático País de Punt?, ambos mencionados en la Biblia.

El aventurero que descubrió Gran Zimbabwe, después de muchas investigaciones, volvió el año siguiente convencido de que se trataba de Ofir. Su idea relacionaba estrechamente a los judíos con las costas de Mozambique y Zimbabwe, lo cual a los estudiosos les costará cada vez más ignorar, empezando porque se encontraron esculturas fálicas, aparentemente de miembros circuncidados, en algunas de las ruinas. Por ello, se pudieron considerar a los antiguos Lemba, como un "grupo sub-étnico de la diáspora judía".

En 1964, el escritor de ciencia ficción Lyon Sprague de Camp era capaz de escribir: "Zimbabwe tuvo la mala suerte de quedar atrapado en la gran controversia del siglo XX sobre las diferencias entre las razas humanas".

EL "ARCA DE LA ALIANZA" FUE MUY BIEN OCULTADA

Otro enigma bíblico también podría tener relación con Gran Zimbabwe. Me refiero a que el Arca de la Alianza, un día desapareció de Jerusalén, y nadie supo jamás donde puería seguir estando oculta. El investigador autodidacta más famoso relacionado con la búsqueda del Arca, fue Ron Wyatt, quien incluso afirmó haberla visto, aunque él siempre demostró tener mucha motivación, nunca pudo aportar la menor prueba, por lo cual no comentaré su aventura al tener poco crédito. Otros escritos informan de que un ángel bajó del cielo para llevarse el Arca (Baruc: 6,7). El caso es, que desapareció y se ignora su paradero, a pesar de que se han hecho muchas especulaciones acerca de su escondite.

Existen varias hipótesis que pretenden que el Arca de la Alianza después del saqueo de Jerusalén por parte de los romanos, quizá habría sido ocultada en Roma, o incluso en los Pirineos, adonde llegaría después que los visigodos saqueasen el Ara Pacis de Roma. De ahí la importancia que en las últimas décadas se investigue el llamado "Tesoro de Rennes-le-Château", a cuyo misterio ya le dediqué una investigación en forma de novela, debido a su gran complejidad.

Dejando a parte los israelitas deportados a Babilonia, varias tribus de África y Asia creyeron ser los descendientes de alguna de aquellos judíos durante los dos milenios siguientes. En Internet, exactamente en la Wikipedia, se relacionan diversos sitios donde el Arca podría haber sido escondida: El Monte Nebo; en un pozo de la Isla del Robo (Escocia); debajo delMonte de la Calavera (Gólgota) en Jerusalén; y en la misma ciudad, aún hoy seguiría estando debajo de las ruinas del Templo de Salomón). A los frailes de la orden del Temple también se les cree capaces de haberla guardado en Francia, y quizá sus descendientes lograsen ocultarla en Rosslyn (Escocia). Por último, estaría en Etiopía. De los judíos etíopes de raza negra, conocidos como Falashas ya me ocupé en otra investigación, cuando me interesé en cómo los frailes con espada presuntamente localizaron el Arca de la Alianza en Etiopía.

REYES PAGANOS DE JERUSALÉN, EN PERÍODO DE INVASIONES

En este estudio, me remito a cuando Isaías (64,10) -un auténtico profeta, y muy equilibrado-, supo hacer frente a las trampas y al juego sucio del impío rey Ajaz. Escribió Isaías, entristecido, que: "(...) el Templo de Salomón había sido presa del fuego, y Jerusalén era un lugar desolado como una cabaña en un viñedo" (Isaías 1, 8). Su metáfora utilizaba una imagen familiar para sus contemporáneos, porque sobre cuatro palos montaban un cobertizo aéreo para sostener al vigilante de los campos muchas horas. Jerusalén claramente era un lugar indigno para que allí siguiese siendo venerada el Arca de la Alianza.

Para aquellos lectores a quienes les sorprendan mis ideas, empezaré por recordarles una cita de la Biblia. Se puede leer que en Israel, coincidiendo con la dominación de Samaria por los asirios, se vivió un paréntesis de unos cincuenta años cuando la religión de los judíos fue realmente monoteísta. Se lee que el rey Ezequías (Hizqiyahu, 715-696 a.C): "Hizo desaparcer los "altos" (o sea, los lugares de culto a los dioses paganos), rompió los "cipos" (que eran columnas "masebot", otro símbolo pagano), derribó "aseras" (que eran imágenes de la diosa Asherah), etc. (...)" (I Reyes: 18, 4-5).

Ezequías, el gran restaurador de la Ley de Moisés (Mosaica), al ser sucedido en el trono por su hijo Manasés (como la virtud no se hereda), éste mal hijo volvió a dejarlo todo tal como estaba en el reinado del pagano Ajaz, rey de Israel (II Reyes 21, 3), fue durante aquellos turbulentos años cuando los judíos, temerosos de Yahvé, se creyeron en la obligación de ocultar el Arca de la Alianza.

LAS DIVERSAS FORMAS QUE TUVO EL "ARCA DE LA ALIANZA"

El Arca siempre ha merecido la atención de los religiosos, a pesar de que incluso en la misma Biblia ya se la presenta de forma diferente según se lea el libro Deuteronomio (de forma sencilla, a pesar de haberla hecho el propio Yahvé), o el libro Éxodo, donde el Arca se describe realmente esplendorosa. La confusión continuó al ignorar el lugar donde sigue estando oculta. El verano del año 2011, el profesor Ron Garfinkel creyó poder identificarla al analizar un bloque de piedra, tallado de forma rectangular y vacío por dentro, como si fuese un tiesto para plantar flores (una jardinera). Cuando detectó en la piedra vestigios de pintura roja, lo puso en el suelo por su base cuadrada (la pequeña) porque entendió que serviría de "altar portátil". En el interior del cubículo, se habría venerado la imagen de alguna divinidad. Por tal motivo lo presentó como un armario, o "Arca de Dios" (Aaron Nabrit).

Posteriormente Ron Garfinkel encontró, también en Palestina, otro altar semejante, pero estaba hecho de cerámica. Podría tratarse de copias del Arca original, quizá para uso familiar. Todas cumplían la función esencial del Arca primitiva, que era: "mantener invisible la presencia de Dios" (xckinà). Desde el Antiguo Egipto, hasta los sagrarios de las iglesias católicas, todas las cajas, más o menos decoradas, han cumplido esa misma finalidad. Lo paradójico del caso, es que Jesús de Nazaret nunca pudo haber visto la verdadera Arca de Moisés, pues vería por el exterior solamente la estancia ("naos") del "Segundo Templo", construido nuevo por Herodes. En su interior ya se veneraba una copia, la cual, quizá ya no estuvo fielmente reproducida. Al menos, no parece que lo estuviese después entre los judíos que, a la fuerza, fueron alejados de Jerusalén.

UN TAMBOR SUSTITUYÓ AL "ARCA DE LA ALIANZA"

El profesor Tudor Parfitt, presentó una tesis en la cual quedó demostrada la conexión entre los judío palestinos, y una tribu africana. Se apoyó en el enfoque literalista de los textos bíblicos, cuando en su investigación explicaba que: "(...) El tambor tribal -llamado Ngoma Lungundu- estaba relacionado con el Arca de la Alianza". Su hipótesis se basó en que: el dicho instrumento musical del pueblo Lemba poseía atributos similares a los del Arca. El tambor Ngoma Lungundu tenía un tamaño parecido al Arca, e igualmente fue trasladado sólo por sacerdotes, con la prevención de que nunca el tambor sagrado pudiese tocar el suelo.

El Ngoma Lungundu fue venerado como la "Voz de Dios", y por otra parte, se utilizó como un arma de gran poder. Después de haber participado activamente en varias batallas tuvo que ser reconstruido. Finalmente ¿pudo haber sucedido que adoptase la forma de un tambor cuero?

De eso escribiré, comenzando por prestar atención a la diáspora de varias tribus judías (dejaré a parte a los Bene-Israel, un grupo de hebreos que en la actualidad viven en la India). Empezaré por repasar el fondo tradicional de la tribu Lemba, unos 40.000 individuos asentados entre Sudáfrica, Zimbabwe y también en Mozambique.

Se recuerda que, siete sacerdotes judíos Cohen (o Kohanin), y sus adeptos viajaron en dirección sur, estableciendose en

Yemen, donde alrededor del siglo IV a.C. había una próspera colonia judíaTiempo después partieron de allí, navegando en dirección sur, costeando, y al cabo de dos semanas permanecieron acampados en la costa africana, donde fundaron un asentamiento que llamaron Sena, que en lengua árabe significa Jerusalén (actualmente es Yadyamaucol). Es decir, lo bautizaron como su lugar de origen en Palestina, tal como habían hecho en Yemen, con idéntico significado. En efecto, en aquel pueblo de la península arábiga (Senna, y también Sanaw) había una importante comunidad judía cuando nació el Islam. De allí provendrían los Shona (o Senen) antepasados de los Lemba, de la antigua Rhodesia.

Mi interés por dichos tribus judías, es tangencial al estudio del Arca de la Alianza, porque yo intento comprender mejor: cómo pudo llegar la más famosa reliquia del mundo antiguo a Etiopía. Al informarme, se despejaron muchas dudas, porque está avalado por creencias basadas en evidencias circunstanciales. Yo nunca habría sospechado que el Arca perdida había triplicado la distancia hasta Etiopía, como escribí en mi biografía del gran maestre de la Orden del Temple, fray Arnau de Torroja (+1184). Me inquietó saber que un profesor británico defendía que aquella reliquia (la más importante del mundo que sigue en paradero desconocido), habría pasado de Jerusalén a Etiopía, vía Yemen y Zimbabwe.

Actualmente, yo creo verosímil defender que: Unos sacerdotes judíos, portadores del Arca, llegaron hasta Etiopía desde el sur, y no por el norte. Lo que aquí interesa, es recordar que los Lemba (descendientes de los Shona), se auto proclaman haber sido constructores del Gran Zimbabwe. Después de tomar en consideración sus tradiciones, ciertamente se podría pensar que los judíos enseñaron a los nativos a construir las muy insólitas murallas de piedra, empezando por el trazado semicircular que daba forma a una calva cabeza humana. Ocupa la mitad de la superficie de la enigmática Acrópolis de Gran Zimbabwe.

LA CONVULSA HISTORIA DE JERUSALÉN Y DE SU TEMPLO

Después de morir el rey Salomón (970-930 a.C.),en Israel hubo grandes disturbios y el país quedó dividido en dos partes. En tiempos del profeta Isaías, que empezó a predicar en el año 740 a.C., Israel entre los reinados de Ajaz (735) y el de Manasés (696), se lee en la Biblia que: "Los judíos construyeron sus lugares más sagrados sobre montículos"; o sea, tal como también comprobamos que se hizo en la Acrópolis de Gran Zimbabwe. Probablemente, el aprecio por los lugares elevados ("oteros", que laman "tell") procede de la prohibición escrita en el libro del Éxodo (19, 12) cuando Yahvé, en el Mt. Sinaí, dijo a Moisés: "Marcarás un límite en torno, diciendo: Guardaos de subir vosotros a la montaña y de tocar el límite, porque quien lo toque morirá".

El rey asirio Senaqueribo, en vano asaltó Jerusalén (701 a.C.), porque el rey Ezequías supo defenderla (Reyes II: 19, 32-33). En el 598 a.C. el rey Nabuconodosor II, el último rey de Babilonia (630-562 a.C), sí logró invadir la Tres Veces Santa ciudad, destruyendo entonces el Templo de Salomón. Los hebreos de Israel, dejaron de vivir en Jerusalén, que incluso cambió su nombre por el de Aelia Capitolina. Entonces, a los demás habitantes de Judea se les comenzó a llamar judíos. Con seguridad, antes de la dicha invasión sus principales tesoros sagrados habían sido escondidos.

El Arca, donde creían depositada su divinidad, acabó desaparecida. También se creyó que en su interior contenía -entre otras cosas-, dos lascas de piedra, con símbolos que significaban las normas de convivencia para ser más felices viviendo honestamente. Eran las "Tablas de la Ley de Dios", y a los símbolos escrito en ella (eran todos analfabetos) se ha convenido en llamarlos "Los Diez Mandamientos". El propio Yahvé, se las habría dictado a Moisés, durante los días que estuvo viviendo solitariamente en el Monte Sinaí. Posteriormente, él mismo las rompió, por haberse enfadado mucho viendo que, durante su ausencia, el pueblo que él guiaba había estado venerando un ídolo con forma de becerro fundido en oro. Cuando, después de una matarile despiadado, Moisés se calmó y regresó a la Santa Montaña donde, durante otros cuarenta días, escribió unas tablas con los símbolos del doble juego de básicos deberes sociales.

FOTOS: RECINTO QUE CONSERVA SU FORMA DE ROSTRO, Y UN OJO

SUGERENTE FORMA CIRCULAR DEL "TEMPLO DE LA DIOSA"

En el Templo residencial del llano, a pesar del tiempo transcurrido, las muchas reformas y las piedras expoliadas, visto desde el aire se descubre que buscaron configurar su planta con objeto de obtener una imagen de rostro en esquema. Cuando a los indígenas más ancianos se les preguntó qué función había tenido aquel recinto en la antigüedad, ellos informaron de que era la "Casa de la Gran Mujer". Entonces sus "ladrillos" estaban casi cubiertos por la maleza, y sus muchos árboles y la espesa vegetación impedían el completo reconocimiento del poblado.

Para que cada cual juzgue por si mismo, incluyo varias fotos de las ruinas del llamado el Templo, que permitirán conocer su entorno. Dicho recinto, que fue construido con piedras manejables perfectamente cortadas y ensambladas, tiene un perímetro casi circular de 253 m. y una muralla de entre 5 y 11 m. de altura, por un mínimo de 1'20 m. de grosor. Es un poblado que bien pudo haber sido la principal residencia del rey, además de sus esposas, concubinas e hijos.

Es en dicho poblado, tan bien protegido, donde mejor se puede apreciar las antiguas técnicas constructivas. Se picaron para parecerse a la forma de ladrillos, y remiten a la forma de trabajar y de planificar de los constructores judíos, pues el obelisco, siendo tan gigantesco, es lo más parecido a las altas "agujas" de piedra de los egipcios. En la muralla apilaron las piedras sin mortero ni argamasa, pues, para darle estabilidad tan solamente confiaban en su robustez. Para proveerse de piedras, calentaban con fuego las peñas del suelo para reblandecer el duro granito después de mojarlo. Es decir, sus "ladrillos", pudieron ser modelados después de haber sido descostada la peña, tal como hicieran muchas culturas antiguas.

EL PECULIAR OBELISCO CÓNICO DE GRAN ZIMBABWE

Dentro del cerrado perímetro del Templo se pueden distinguir dos estructuras peculiares: Su estrecha puerta de entrada, y un gran cono de piedra. A su interior se accede por un largo pasadizo con peldaños, tan estrecho que sólo puede pasar una persona a la vez. En cuanto a la muy consistente columna cónica, es el símbolo más conocido de Gran Zimbabwe y también es el más inexplicable. Mide 10 m. de alto y 5 m. de diámetro en su base (su perímetro mide 17'4 m.), y está separada sólo unos palmos de la imponente muralla circular interior.

Es una aparente torre dentro del Templo, pero no parece haber tenido ninguna función. Yo no me puedo creer que fuese sólo una escultura de "ladrillos" manejables, que allí, por su altura, recuerda una chimenea del periodo industrial. Siendo nueva, aquella arrinconada torre creo que tan sólo podía servir para lo mismo que un obelisco en el Antiguo Egipto. En cuanto a su emplazamiento tan arrinconado, hay que explicarlo por haber sido remodelada la más ovalada muralla antigua para convertirla en casi circular, tal como fueron las tradicionales chozas donde vivieron los descendientes de los pueblos Shona y Lemba, porque ignoraban su propio pasado.

Palestina fue depositaria de los conocimientos del Antiguo Egipto, puesto que Moisés mismo había sido uno de sus sacerdotes máximos iniciados. En la santa Biblia se prohibió realizar cultos idólatras (Éxodo, 23, 24) porque realmente se hacían. Ello nos invita a pensar en la ritual utilidad de la alta torre (el muy peculiar obelisco de forma cónica) dentro del Templo. No ha de extrañar, si tenemos en cuenta que incluso en el sello del rey Ezequías se incluían dos cruces egipcias Ankh ("de la Vida"), lo cual revela, más que su sumisión a los asirios invasores, un verdadero aprecio por las ideas egipcias.

FOTO: MACIZA TORRE CÓNICA  DE PIEDRA, SIN SENTIDO APARENTE


SACERDOTES JUDÍOS EMIGRARON CON EL "ARCA-TAMBOR"

Para avalar la presencia del judaísmo tan al sur del continente africano, existen diversas teorías. En los siguientes párrafos resumiré lo expuesto. En otra investigación yo mismo defendí que, desde muchos siglos antes del VIII a.C., los judíos encontraron una nueva patria en el antiguo reino de Aksum (o Axum) en la actual Etiopía. Por otra parte, se recuerdan diversas tradiciones que presentan a muchos judíos (sin necesidad de identificarlos como sacerdotes) refugiados en Yemen, y existen vestigios arqueológicos que son capaces de corroborar una conexión cultural, y también lingüística, entre israelitas y yemenitas.

Si los judíos abandonaron el Yemen, debió de ser porque golpear el tambor tampoco debió de serles siempre favorable en sus luchas, pues decidieron ponerlo a salvo de profanaciones, para lo cual creyeron que lo más seguro sería emigrar llevándose su objeto sagrado, sustituto del Arca, y embarcarse para costear hacia el sur del Continente africano. Recuérdese que el rey Salomón habría tenido contactos con el Yemen de la reina de Saba, y recibían barcos cargados de oro y especias procedentes de la costa del sur de África.(Sofala bien pudo haber sido la mítica S-Ofir).

A los judíos Cohen en su nuevo destino también los acompañaba su sagrado Tambor para que, con sus poderes sobrenaturales, les ayudase en las batallas, de la misma forma que la Biblia explica que se hacía con el Arca de la Alianza del Templo de Jerusalén. Para protegerse durante el transporte le añadieron unas anillas laterales a fin de poder introducir las dos barras (o costales) con la que transportarlo sin tocarlo. dado el peligro de llegar a tocarla, y como la transportaban sobre un carro, los palos que la soportaban no lo hacían por su lado más lago, sino por el corto, pues no podían arriesgarse a que el Arca tocase los laterales. Aún recordaban que aquel objeto de su veneración tenía las mismas propiedades, aunque pasados dos mil años en realidad los Lemba veneraban una copia del Arca que tenía forma de tambor. Lo llamaban Ngoma lungundu (o, Ogoma lundungo), lo que significa "el tambor que truena",... obviamente: como la voz misma de la divinidad. (Es el mismo diod Tonante del Imperio  Romano).

LOS LEMBA Y LOS PALESTINOS, COMPARTEN NOMBRES Y CROMOSOMAS

Los Lemba de Zimbabwe pintaron estrellas de seis puntas sobre sus tumbas, y fueron tan vegetarianos como los más estrictos judíos de Palestina, con los cuales incluso compartieron un cromosoma "Y". Según descubrió el investigador británico Tudor Vernon Parfitt, profesor de la Escuela de Estudios Orientales y Africanos en la Universidad de Londres, la ciudad de Sofala incluso podría tratarse de la antigua Melukhkha, que se considera la hipotética patria original de los sumerios, a lo cual ayudó el nombre del rey asirio Sena(queribo). En el siglo XIX hubo defensores de todas estas hipótesis, y más.

Muchos nombres de yemenitas son parecidos a los de varones de las tribus Lemba, de raza negra asentados en África meridional, debido a los matrimonios de los judíos con mujeres negras. A sus actuales descendientes ello les hace sentirse superiores, pero al mismo tiempo marginales en aquella zona, pues insólitamente los varones de allí todavía se siguen cubriendo la cabeza con unos grandes mantos. Siempre se han creido que Egipto, Sudán y Etiopía eran los principales paises de donde procedían los judíos al Africa austral.

La etnia Shona habrían llegado al Congo en el siglo IX a.C., desde la región du Shaba, y, por hallazgos arqueológicos, se dice que tenían una organización muy jerarquizada. Desde siempre los Lemba buscan el reconocimiento oficial de sus raíces judías, y al mismo tiempo denuncian ser víctimas del racismo por parte de los judíos de Palestina, puesto que no los aceptan como sus hermanos en la religión mosaica. Lo evidente es que los nativos de Zimbabwe no son parientes de sus actuales vecinos, y quizá algún día se acepte que los Lemba son descendiente de los israelitas.

La explicación del británico Tudor Vernon Parfitt fue que tal vez los Cohen podrían ser la famosa "Tribu Perdida" (de las doce que inicialmente tenía Israel). Su teoría se vio confirmada en 1996 por el análisis del ADN, puesto que los cromosomas masculinos "Y" de los actuales varones descendientes de los Cohen de Sudáfrica y los cromosomas de varones de Zimbabwe, son los mismos que los cromosomas de las tribus procedentes del Yemen. Para corroborar dicho parentesco se analizó la sangre de 49 hombres de la etniaLemba.

El resultado fue que la mitad de varones descendientes de la antigua casta sacerdotal Cohen tenían (casi exclusivo de ellos) el mismo cromosoma el denominado "Haplotipo Modal Cohen", también llamado "Cromosoma Y, de Aaron" (el hermano de Moisés), propio de los descendientes directos de aquel primer gran sacerdote Israel. En fin, los Lemba comparten una peculiaridad genética con los pueblos semitas judíos y árabes, por lo cual están diferenciados de la genética norma entre africanos.. Sus genes son propios de los individuos de Oriente Medio, tal como aseguró siempre su tradición oral: "Nosotros somos negros africanos hebreos. Somos los hebreos originarios". La arqueología, la ciencia genética, la religión y la leyenda, se han unido para dar la razón a los Lemba.

FOTO: EL "ARCA/TAMBOR" PUDO SER FOTOGRAFIADA

El sagrado tambor de madera, de casi un metro de diámetro, fue recogido por un misionero del siglo XIX que entendió sus posibilidades y lo guardó; primero en el Museo de Harare, de la capital de Zimbabwe, desde donde pasó a ser expuesto al público en el Museo de Ciencias de dicha capital. Fue allí donde el supuesto sustituto del Arca de la Alianza pudo ser fotografiado por Parfitt. En sus obras éste defiende que, cualquiera que sea el carácter sobrenatural de Arca, sería, al igual que el Ngoma, una combinación de relicario, arma y tambor, apoyándose en el pasaje de la Biblia donde se lee que:"... el rey David bailaba desnudo delante de ella".

Tudor Vernon Parfitt, logró hacer analizar una astilla del Ngoma Lundungu por el método del "Carbono 14", y el resultado lo dató aproximadamente en el año 1350 a.C. (o sea, 2.500 años después de Moisés). Parfitt cree que el tambor que fotografió habría sido hecho por los sacerdotes judíos para reemplazar un tambor anterior. Lamentablemente, el mismo Parfitt informó de que aquel sagrado instrumento de percusión finalmente también desapareció, y se ignora su actual paradero. Sólo le alegra la probabilidad de que aquel tambor pueda ser considerado como la más antigua obra del arte sudafricano.

Aunque a Parfitt le sean exigidas pruebas más concluyentes, la verdad es que en sus libros: todo está muy bien defendido con argumentos científicamente sólidos. Se titulan: "Viaje a la ciudad desaparecida" (1992), donde reveló la historia de los Lemba y su vinculación con el pueblo judío; y The Lost Arch" (El Arca Perdida: Resolviendo 2500 años de misterio de la antigua Arca bíblica" (Ed. 2000). Basándose en los textos rabínicos, cree que habrían existido dos arcas. De ellas, una tenía forma de cofre, y otra, que denominaba "Arca de la Guerra", sería el Ngoma Lundungu, de la cual el actual tambor que él fotografió sería solamente una replica, pues habría sido destruido en varias ocasiones.

(C) Ramón Ramonet Riu        (Main site links: https://ramonetriu-links.webnode.es)

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